Estoy viendo abzurdah.
Me acordé de cuando estaba en el bachillerato y lo delgada que era.
Cómo comer una vez al día.
Y luego... comenzaron... a surgir... las que hace tiempo no conocía... la que eran puro chantaje. Eran mis lágrimas.
No lloraba por tristeza de mi cuerpo, y de lo 15 kilos que he aumentado, ni de la ropa que ya no me queda, ni del mundo donde la talla 7 y 9 es lo más común. De hecho me siento mucho mejor ahora.
Lo que me dolió fue regresar en el tiempo y verme, me di lástima, me dio pavor de lo delgada que pude llegar a ser, de la enfermedades que pude haber adoptado, me enojé conmigo misma.
Y no lo digo de manera moral, ni tampoco porque me asuste lo inmoral, si no que observo mi vida y creo que estoy mucho mejor.
Me enojé de que en ese momento mis padres no se dieran cuenta de la situación, pero la verdad es que ni ellos mismo sabían que hacer.
Amo mi vida, amo mi trabajo, a veces puedo desesperarme, caerme o meterme en problemas, pero nada que no intente darle solución o aceptar mi errores.
Me dio tristeza mi pasado pero no me arrepiento.
Tatuaje no temporal |